martes, 30 de agosto de 2011

Eliana Navarro

Nace en Valparaíso el 19 de julio de 1920. Sus padres fueron Fortunato Navarro Herrera, diputado por Cautín y vicepresidente de la Cámara de Diputados, y Guillermina Barahona Soriano, profesora normalista. En 1923, la familia se instala en el Fundo El Peral, situado en Trovolhue, en la provincia de Cautín, hoy Novena región de Chile.

Inspirada por el paisaje de Cautín e influenciada por el poeta sureño Augusto Winter, Eliana escribe, a los siete años, La laguna de Trovolhue, uno de sus primeros poemas. A la temprana edad de catorce años, colabora en las revistas "Margarita" y "En Viaje". Después de haber cursado sus humanidades en el colegio Santa Cruz de Temuco, se traslada a Santiago donde estudia Filosofía y Derecho en las universidades Católica y de Chile. A los veinticinco años contrae matrimonio con el poeta José Miguel Vicuña, de quien fuera compañera en la facultad de derecho de la Universidad de Chile. En sus comienzos como escritora, Eliana Navarro encontró en Desolación, de Gabriela Mistral, una de sus lecturas más preciadas junto a los españoles Machado, Hernández y los dramaturgos del siglo de Oro. Su poesía fue elogiada desde temprana data por el crítico literario Hernán Díaz Arrieta (Alone).

En 1951 publica Tres poemas, su primer libro. Cuatro años después se integra al Grupo Fuego de la Poesía fundado por José Miguel Vicuña y Carlos René Correa. En 1955 publica bajo el sello del Grupo Fuego de la Poesía, Antiguas voces llaman. La revista "Calicanto" y la "Revista Literaria de la Sociedad de Escritores de Chile" acogen recurrentemente sus versos en este periodo. Fue delegada al Congreso del PEN Club en Fráncfort en 1959 y en 1963 asiste como delegada de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) al Congreso Mundial de Mujeres por la Paz en Moscú. En 1965, su libro La ciudad que fue, publicado por Editorial Universitaria y prologado por Gastón von dem Bussche, es galardonado con el premio Pedro de Oña.

Trabajó durante más de cuarenta años en la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile siendo durante muchos años jefe de la sección de Catalogación. En 1973, constituyó con su familia el grupo teatral "Mediodía", el que bajo la dirección de Teodoro Lowey estrenó en el Templo Votivo de Maipú ante un público multitudinario el poema para voces y coro titulado La pasión según San Juan. La publicación en 1980 de este auto sacramental le valió a Eliana Navarro el Premio de la Academia Chilena de la Lengua. En 1981 asiste como escritora especialmente invitada al Congreso Internacional de Literatura Femenina de México. En 1995 se publica su libro La Flor de la Montaña, bajo el sello de Editorial Universitaria en la colección "El Poliedro y El Mar". En más de una oportunidad fue candidata al Premio Nacional de Literatura y jurado en múltiples concursos de poesía, incluido el del Fondo del Libro y la Lectura.

De su carrera literaria han quedado algunas obras que aún siguen inéditas. Una de ellas es Profesión de silencio, en la que aborda la injusticia y el dolor a partir de la represión sufrida durante la dictadura militar.

Casada con el poeta José Miguel Vicuña, fue madre de siete hijos, Ariel Vicuña, poeta y músico; Ana María Vicuña, filósofa y profesora de lenguas clásicas; Miguel Vicuña, poeta y filósofo; Juan Vicuña, químico, víctima de la tortura durante la dictadura; Leonora Vicuña, reconocida fotógrafa; Rodrigo Vicuña, editor; y Pedro Vicuña, poeta y actor. Su poesía ha sido estudiada en diversas universidades chilenas y extranjeras y su obra figura en muchas antologías nacionales y del exterior.

El 5 de junio de 2006, a los ochenta y cinco años de edad, muere Eliana Navarro, víctima de una trombosis cerebral.

Obra:

  • Tres poemas. Carmelo Soria Impresor, Santiago, 1951.
  • Antiguas voces llaman. Grupo Fuego de la Poesía, Santiago, 1955.
  • La ciudad que fue. Editorial Universitaria, Santiago, 1965.
  • La pasión según San Juan. Ediciones de la Biblioteca del Congreso Nacional, Santiago, 1981.
  • La Flor de la Montaña. Editorial Universitaria, Santiago, 1995.
  •  Ángelus de Mediodía. Editorial Universitaria, Santiago, 2008.(Postuma)

domingo, 28 de agosto de 2011

Alfonsina Storni

En el año 1891, una familia suiza, formada por Alfonso Storni, Paulina Martignoni y sus dos pequeños hijos, viaja de retorno a su país natal desde Argentina; ahí habían residido algunos años, aproximadamente 11, en los cuales desarrollaron una pequeña empresa familiar. Años después, las botellas de cerveza etiquetadas «Cerveza Los Alpes, de Storni y Cía.», comenzaron a circular por toda la región argentina.
Tras un año desde este viaje, en mayo de 1892, nace la tercera hija del matrimonio Storni-Martignoni en Sala Capriasca. Alfonso, un hombre «melancólico y raro» fue quien eligió el nombre de su pequeña bebe Alfonsina.
En su infancia se la recuerda como una chica curiosa y que hacía muchas preguntas, imaginaba mucho y mentía. Paulina, la madre, abrió una pequeña escuela domiciliaria, y pasó a ser la cabeza de una familia numerosa, pobre y sin timón. Instalaron el «Café Suizo», cerca de la estación de tren, pero el proyecto fracasó. Las tareas domésticas no le dejaban tomarse un descanso, ya que tenía que ayudar a su madre de alguna manera. Así fue como, antes de cumplidos sus 15 años, trabajó como costurera y repartidora de volantes, entre otros. En 1907 Alfonsina tiene la posibilidad actuar, reemplazando a una actriz de cierta obra que enferma. Esto la motiva a proponerle a su madre que le permita convertirse en actriz y viajar junto a la compañía que le había ofrecido trabajo, viaje del cual vuelve el mismo año.
En el año 1909 decide terminar sus estudios en Coronda, donde se titula como maestra local. Al terminar el año de 1911, decide trasladarse a Buenos Aires, llevando consigo sus pocas pertenencias. El 21 de abril del año siguiente nació su hijo Alejandro, sin padre conocido. Esto la lleva a adquirir una actitud de mujer mas madura e independiente.
Su primera obra, La inquietud del rosal, publicado con grandes dificultades económicas, apareció en 1916. Aunque este no obtiene una buena aceptación debido a su falta de moral según la época, la publicación de este libro le permitió ingresar a los cenáculos de escritores, siendo la primera mujer en integrarlo. En 1917 recibe el Premio Anual del Consejo Nacional de Mujeres por: "El Canto de los Niños". Eran épocas de crisis, en las que la poesía no alcanzaba para vivir. Esto llevó a Storni a buscar un trabajo mas rentable, consiguiendo el de directora en el colegio Marcos Paz.
Su voluntad no la abandonó, y siguió escribiendo, publicando El dulce daño en 1918.
A lo largo de sus años posteriores continuó escribiendo obras en las que predominaban el carácter enfermizo que cada vez se fue agravando mas en Alfonsina; su personalidad se vio dominada por preocupaciones, malos ratos, apuros y a estados variables de salud.
Un momento culminante de su carrera, lo constituyó la reunión en la Universidad de Montevideo con las otras dos grandes poetisas americanas, Gabriela Mistral y Juana de Ibarbourou. La convocatoria conjunta fue para hacer pública la confesión de su forma y manera de crear.
Siete libros de versos y uno de prosa poética, sin gran significación este último, y algunas comedias, integran su obra lírica. Ocre, publicado en 1925, considerado por la crítica como el más logrado de sus poemarios, marca una insinuación firme hacia la captación de imágenes universales.
El 20 de mayo de 1935 Alfonsina fue operada del cáncer de mama en el Sanatorio Arenales. La mastectomía le dejó grandes cicatrices físicas y emocionales. Siempre había sufrido de depresión, paranoia y ataques de nervios, pero ahora los síntomas de enfermedad mental se recrudecieron. Se volvió recluida y evitaba a sus amistades.
El 18 de octubre del año 1938, Alfonsina viajó a Mar del Plata, donde se hospedó en un hotel sola, sin su hijo, ni amigos. Desde allí escribió dos cartas a su hijo, el 19 y 22 de octubre, en las que parecía que luchaba contra la decisión de terminar con su vida. El día 24 le solicitó a la mucama que escribiese por ella una carta para Alejandro, su hijo, y a las once y media se acostó a dormir, siendo esta su última noche en vida. Hacia la una de la madrugada del martes 25 Alfonsina abandonó su habitación y se dirigió a la playa La Perla, desde donde nunca volvió. A la mañana siguiente la mucama creyó que la poetisa necesitaba descanso, por lo que no irrumpió en su cuarto, creyendo que esta dormía, pero cuando fue descubierto el cadáver en la playa, se difundió la noticia; su hijo se enteró por radio y fue confirmado vía telefónica por el cuidador del hotel. Hasta ahora existen dos versiones sobre el suicidio de Alfonsina: una de tintes románticos, que dice que se internó lentamente en el mar, y otra, la más apoyada por los investigadores y biógrafos, que afirma que se arrojó a las aguas desde una escollera.
A la tarde, los diarios titulaban sus ediciones con la noticia:
«Ha muerto trágicamente Alfonsina Storni, gran poeta de América».



Dientes de Flores, Cofia de Rocío…

Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos encardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera,
una constelación, la que te guste:
todas son buenas; bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido.


Al Oído
Si quieres besarme.....besa
-yo comparto tus antojos-.
Mas no hagas mi boca presa…
bésame quedo en los ojos.

No me hables de los hechizos
de tus besos en el cuello...
están celosos mis rizos,
acaríciame el cabello.

Para tu mimo oportuno,
si tus ojos son palabras,
me darán, uno por uno,
los pensamientos que labras.

Pon tu mano entre las mías...
temblarán como un canario
y oiremos las sinfonías
de algún amor milenario.

Esta es una noche muerta
bajo la techumbre astral.
Está callada la huerta
como en un sueño letal.

Tiene un matiz de alabastro
y un misterio de pagoda.
¡Mira la luz de aquel astro!
¡la tengo en el alma toda!

Silencio...silencio... ¡calla!
Hasta el agua corre apenas,
bajo su verde pantalla
se aquieta casi la arena...

¡Oh! ¡qué perfume tan fino!
¡No beses mis labios rojos!
En la noche de platino
bésame quedo en los ojos…


Alma Desnuda

Soy un alma desnuda en estos versos,
alma desnuda que angustiada y sola
va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
que puede ser un lirio, una violeta,
un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta
y ruge cuando está sobre los mares
y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares
dioses que no se bajan a cegarla;
alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
con sólo un corazón que se partiera
para en su sangre cálida regarla.
Alma que cuando está en la primavera
dice al invierno que demora: vuelve,
caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
en tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas
a campo abierto, sin fijar distancia,
y les dice: libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia,
de un suspiro, de un verso en que se ruega,
sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
y negando lo bueno el bien propicia
porque es negando como más se entrega.


Alma que suele haber como delicia
palpar las almas, despreciar la huella,
y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella,
como los vientos vaga, corre y gira;
alma que sangra y sin cesar delira
por ser el buque en marcha de la estrella.


Así hice el libro así: Gimiendo, llorando, soñando, ay de mí.
Mariposa triste, leona cruel,
Di luces y sombra todo en una vez.
Cuando fui leona nunca recordé
Cómo pude un día mariposa ser.
Cuando mariposa jamás me pensé
Que pudiera un día zarpar o morder.

Encogida a ratos y a saltos después
Sangraron mi vida y a sangre maté.
Sé que, ya paloma, pesado ciprés.
O mata florida, lloré y más lloré.
Ya probando sales, ya probando miel,
Los ojos lloraron a más no poder.
Da entonces lo mismo, que lo he visto bien,
Ser rosa o espina, ser néctar o hiel.

Así voy a curvas con mi mala sed
Podando jardines de todo jaez.


¡Ay!..


Seré en tus manos una copa fina
pronta a sonar cuando vibrarla quieras...
Destilarán en ella primaveras,
reflejará la luz que te ilumina.

Seré en tus manos una copa fina.
Habrás en ella una bebida suave,
nunca más dulce, pues piedad le dona;
licor que no hace mal y el mal perdona,
dulce licor que de las cosas sabe...

Habrás en ella una bebida suave.
Un día oscuro, entre tus dedos largos
será oprimido su cristal fulgente
y caerá en pedazos buenamente
la fina copa que te dio letargos;
¡un día oscuro, entre tus dedos largos!

Cristal informe sobre el duro suelo
no ha de ser turbio porque está quebrado:
reflejará la beatitud del cielo;
pobre cristal sobre tus pies, tirado;
cristal informe sobre el duro suelo.
Daño tan grande Dios te lo perdone:
manos benditas las que así lo quiebren,
rosas y lirios para nunca enhebren,
dulzura eterna su impiedad le abone.
Daño tan grande Dios te lo perdone...


Bajo tu mirada
Es bajo tus miradas donde nunca zozobro;
es bajo tus miradas tranquilas donde cobro
propiedades de agua; donde río, parlera,
cubriéndome de flores como la enredadera.

Es bajo tus miradas azules donde sobro
para el duelo; despierto sueños nuevos y obro
con tales esperanzas, que parece me hubiera
un deseo exquisito dictado Primavera:

Tener el alma fresca, limpia; ser como el lino
que es blanco y huele a hierbas. Poseer el divino
secreto de la risa; que la boca bermeja

persista hasta el silencio postrero, bella, fuerte,
¡y libe en la corola suprema de la Muerte
con su última abeja!


Capricho

Sábado fue, y capricho el beso dado,
capricho de varón, audaz y fino,
mas fue dulce el capricho masculino
a este mi corazón, lobezno alado.

No es que crea, no creo, si inclinado
sobre mis manos te sentí divino,
y me embriagué. Comprendo que este vino
no es para mí, mas juega y rueda el dado.

Yo soy esa mujer que vive alerta,
tú el tremendo varón que se despierta
en un torrente que se ensancha en río,

y más se encrespa mientras corre y poda.
Ah, me resisto, mas me tiene toda,
tú, que nunca serás del todo mío.


Dolor
Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;

ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;

ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...

Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar..


Dulce Tortura
Polvo de oro en tus manos fue mi melancolía
sobre tus manos largas desparramé mi vida;
mis dulzuras quedaron a tus manos prendidas;
ahora soy un ánfora de perfumes vacía.

Cuánta dulce tortura quietamente sufrida
cuando, picada el alma de tristeza sombría,
sabedora de engaños, me pasaba los días
¡besando las dos manos que me ajaban la vida!


El Ruego

Señor, Señor, hace ya tiempo, un día
soñé un amor como jamás pudiera
soñarlo nadie, algún amor que fuera
la vida toda, toda la poesía.

Y pasaba el invierno y no venía,
y pasaba también la primavera,
y el verano de nuevo persistía,
y el otoño me hallaba con mi espera.

Señor, Señor; mi espalda está desnuda,
¡haz estallar allí, con mano ruda
el látigo que sangra a los perversos!

Que está la tarde ya sobre mi vida,
y esta pasión ardiente y desmedida
la he perdido, ¡Señor, haciendo versos!


Frente al Mar

Oh mar, enorme mar, corazón fiero
De ritmo desigual, corazón malo,
Yo soy más blanda que ese pobre palo
Que se pudre en tus ondas prisionero.

Oh mar, dame tu cólera tremenda,
Yo me pasé la vida perdonando,
Porque entendía, mar, yo me fui dando:
"Piedad, piedad para el que más ofenda".

Vulgaridad, vulgaridad me acosa.
Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.
Hazme tener tu cólera sin nombre:
Ya me fatiga esta misión de rosa.

¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,
Me falta el aire y donde falta quedo,
Quisiera no entender, pero no puedo:
Es la vulgaridad que me envenena.

Me empobrecí porque entender abruma,
Me empobrecí porque entender sofoca,
¡Bendecida la fuerza de la roca!
Yo tengo el corazón como la espuma.

Mar, yo soñaba ser como tú eres,
Allá en las tardes que la vida mía
Bajo las horas cálidas se abría...
Ah, yo soñaba ser como tú eres.

Mírame aquí, pequeña, miserable,
Todo dolor me vence, todo sueño;
Mar, dame, dame el inefable empeño
De tornarme soberbia, inalcanzable.

Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza,
¡Aire de mar!... ¡Oh tempestad, oh enojo!
Desdichada de mí, soy un abrojo,
Y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.

Y el alma mía es como el mar, es eso,
Ah, la ciudad la pudre y equivoca
Pequeña vida que dolor provoca,
¡Que pueda libertarme de su peso!

Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...
La vida mía debió ser horrible,
Debió ser una arteria incontenible
Y apenas es cicatriz que siempre duele.


La caricia perdida

Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos ... En el viento, al rodar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida, ¿quién la recogerá?

Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida rodará... rodará...

Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va,

si no ves esa mano ni la boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de llamar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida ¿me reconocerás?


Miedo
Aquí, sobre tu pecho, tengo miedo de todo;
estréchame en tus brazos como una golondrina
y dime la palabra, la palabra divina
que encuentre en mis oídos dulcísimo acomodo.

Háblame de amor, arrúllame, dame el mejor apodo,
besa mis pobres manos, acaricia la fina
mata de mis cabellos, y olvidaré, mezquina,
que soy, ¡oh cielo eterno!, sólo un poco de lodo.

¡Es tan mala la vida! ¡Andan sueltas las fieras...!
Oh, no he tenido nunca las bellas primaveras
que tienen las mujeres cuando todo lo ignoran.

En tus brazos, amado, quiero soñar en ellos,
mientras tus manos blancas suavizan mis cabellos,
mientras mis labios besan, mientras mis ojos lloran.



Cronología de las obras de Storni:

• La inquietud del rosal, 1916
• El dulce daño, 1918
• Irremediablemente, 1919
• Languidez, 1920
• Ocre, 1925
• Poemas de amor, 1926
• El amo del mundo: comedia en tres actos. 1927.
• Mundo de siete pozos, 1934
• Mascarilla y trébol, 1938
• Antología poética, 1938
• El dulce daño, 1920
• Dos farsas pirotécnicas, 1932
• Irremediablemente, 1919
• Poesías completas, 1968
• Nosotras y la piel: selección de ensayos, 1998
• Antología poética, 1999.     





 

Marta Vergara

En los años 20 las mujeres eran puestas en los altares o en los floreros por un lado, o se convertían en vampiresas. Marta Vergara no tenía la estampa ni de la flor angelical hogareña ni de la mujer fatal. Para peor había ganado fama de inteligente: era un bicho raro, una chica del tipo romántico, de aquellas sin novio, que va al teatro y se llevaban su embeleso a la casa cuando terminaba la función. Sus sueños eran lo único que tenían en el mundo, y cuando la realidad insistía en hacerse presente, se contentaban con derramar unos lagrimones. "En mi caso llegó un momento en que eran chorros", anota la autora.
Refiriéndose a su amiga Sara Hübner, una mujer que en esa época se consideraba liberada, la memorialista advierte que su emancipación alcanzaba sólo al espíritu y al intelecto. En materia sexual sufría las inhibiciones propias de las mujeres de entonces, derivadas del "sello religioso, el temor de apartarse del ideal social", e incluso el de ser miradas con sospechas por el pretendiente o el novio.


Marta Vergara apunta que si algo cambió en el medio siglo siguiente fue la actitud hacia el sexo de las señoras y niñas bien y de las de clase media, puesto que las del pueblo se habían acomodado hacía tiempo "sobre el catre sin circunloquios dilatorios".
"Basta sólo pensar que así como hoy se contratan técnicos en el extranjero para impulsar las actividades industriales y científicas, en ese entonces se contrataban los conocimientos de damas francesas para mejorar las del amor", agrega la autora.
Cuando Marta entra a una oficina de Correos a hacer méritos para en algún momento ser nombrada, su primer marido, avergonzado de que su mujer pretendiera trabajar, va a hacerle un escándalo. El hombre tenía la ley a su favor: ésta le permitía impedirle a su esposa el ejercicio de cualquier profesión u oficio que no fuera de su agrado.
Con la separación, Marta Vergara queda, a los veinticuatro años, en ese sospechoso grupo de señoras cuyos maridos andan en alguna parte que no es la casa. Escribe: "De las mujeres se esperaba que fueran terminantemente solteras o casadas y aún se fruncía un tanto el ceño cuando alguna decidía, también terminantemente, no permanecer viuda... Una joven de esa época quiso separarse porque descubrió en su otra mitad aficiones anormales. Su madre se opuso argumentándole que una señora no se daba por aludida de esas cosas".

María Luisa Bombal Anthes

Nació en Viña del Mar, 8 de junio de 1910. Murió en Santiago, 6 de mayo de 1980, escritora chilena. Hija de Martín Bombal Videla y Blanca Anthes Precht. Su obra, relativamente breve en extensión, se centra en personajes femeninos y su mundo interno con el cual escapan de la realidad. Sus obras más conocidas son las novelas breves La última niebla y La amortajada.
Regresó a Chile en 1931 con intención de escribir para el teatro y luego en 1933 viaja a la Argentina donde vive en casa de Pablo Neruda en Buenos Aires. Allí conoce a Jorge Larco, con quien se casa tiempo después. El matrimonio fue breve tras la temprana muerte de su marido. Fue en Buenos Aires donde también conoció a Jorge Luis Borges y escribiendo para la revista literaria Sur, bajo la dirección de Victoria Ocampo, publica sus primeras historias de énfasis psicológico en un estilo que media entre la realidad y un mundo de ensueños.
En 1935 publicó La última niebla, que se centra como en toda su obra, en personajes femeninos y en su mundo interno con el cual escapan de la realidad.
En 1938 publicó La amortajada, por el que obtuvo el Premio de la Novela de la Municipalidad de Santiago en 1941.
En 1941 hirió gravemente de un disparo a su antiguo novio, Eulogio Sánchez Errázuriz. Fue absuelta por la justicia, pero se vio obligada a emigrar a los Estados Unidos en 1942.
Tiempo después se trasladó a California, ya que Hollywood compró los derechos de La última niebla. Trabajó con John Huston, director del proyecto, que convocó a Lauren Bacall y Humphrey Bogart para los roles protagónicos. En 1947 reescribió la novela con el título The House of Mist, y escribió el guión de la película, pero el macartismo o caza de brujas, iniciado por senador Joseph R. McCarthy, detuvo los proyectos del director. La escritora abandonó Hollywood, lo que la llevó a radicarse en Nueva York, donde conoció a Raphäel de Saint-Phalle, importante banquero francés perteneciente a la nobleza con el que posteriormente se casó. De esta relación nació Brigitte de Saint Phalle Bombal, única hija de la escritora.
María Luisa Bombal abandonó los Estados Unidos en 1971 tras la muerte de su esposo. Se trasladó a Buenos Aires y posteriormente, en el año 1973, regresó definitivamente a Chile.
En 1974 obtuvo el Premio Ricardo Latcham. En 1976 fue condecorada con el Premio Academia Chilena de la Lengua. Finalmente, en 1978 ganó el Premio Joaquín Edwards Bello.
Sus últimos años los pasó en la casa de reposo de Héctor Pecht. Sumida en el alcohol, visitó constantemente el hospital afectada de crisis hepáticas. María Luisa Bombal falleció el 6 de mayo de 1980 en la ciudad de Santiago de Chile, víctima de una hemorragia digestiva generalizada.

Obras:

• La última niebla, 1935.
• La amortajada, 1938.
• El árbol, 1939.
• Las islas nuevas, 1939.
• Mar, cielo y tierra, 1940.
• La historia de María Griselda, 1946.
• La maja y el ruiseñor, 1960.


  

Graciela Huinao

Huainao(Garra de tigre). Poeta y narradora mapuche-williche, nacida en Chaurakawin, (fiesta de las flores chaura). La invasión española la denominó Osorno. Orgullosa de sus orígenes que fueron plantados en una comunidad indígena que queda al sur de la provincia llamada Walinto (lugar de patos), además título de su primer libro. En 1989 publicó su primer poema "La loika" Y como un pájaro volaron mis versos en diarios, revistas y antologías nacionales. El año 2001 publicó su primer libro Walinto, bilingüe mapudungun - español. En el 2003 La nieta del brujo, seis relatos williche, en el 2006 coeditó la antología Hilando en la memoria, 7 poetas mapuche y el 2008 republicó Walinto trilingüe.  Su actual proceso de creación cultural, Biblioredes ha sido fundamental. Antes de capacitarse en la Biblioteca solo sabía teclear y por eso aprender computación e Internet fue como haber descubierto otro mundo. Un mundo que le sorprende y le sirve para dar a conocer su trabajo, lo cual le ha dado la posibilidad de publicar por la red sus trabajos tanto en Chile, como en otros países, como: Argentina, Paraguay, Ecuador, Brasil, Perú, México, Estados Unidos y China. Su primera novela Desde el fogón de una casa de putas de williche, más que simples relatos, es historia.


“La esperanza anclada en mi razón es que algún día mi literatura sirva para acercar la distancia entre los pueblos indígenas y el racista-dominante pueblo chileno, es por eso que mi llamado e invitación a que conozcan mi trabajo es al mundo escolar, con la ilusa esperanza que el tiempo vaya fraguando en sus mentes el virus de la xenofobia, discriminación”.

María Isabel Peralta

Sorprende la serena belleza de la poeta María Isabel Peralta en la única fotografía que le conocemos (le fue tomada en Vallenar en 1921). Sólo 17 años. Su rostro, un óvalo perfecto. Mentón voluntarioso. Nariz finamente perfilada. Labios delgados en total consonancia con ojos de profundo mirar e innegable dejo de tristeza.
María Isabel nació en Paihuano (20, noviembre, 1904). Falleció en Concepción (19, junio, 1926). Tan sólo a cinco meses de su fallecimiento, revista “Zig-Zag” (Santiago. Año XXII. Nº 1135) publicó uno de sus últimos poemas, “Los delincuentes”. En él, con algo de contenida aversión, dice: “Torcido el gesto. La mirada oblicua. / Metálico el color de los semblantes…/ Las toscas cabelleras, renegridas. / Cual bestias, en la borda de la nave / van tirados los parias de la vida.” María Isabel sabía ver en el fondo de los espíritus. Gabriela Mistral le elogió composiciones como “Barca Negra”, “poema de una sombría belleza” debida a “una sensibilidad verdadera que va camino de la palabra definitiva.” Gabriela jamás imaginó que un año después esa escritora estaría muerta.
Ella con sus poemas y Gabriela, con su “Prólogo”, se mantienen unidas en “Caravana parda” (1933), único texto editado de la poetisa de Paihuano. Sabella se encargó de difundir su poesía, incluso motivó a Darcy Maltés Martínez para que se titulará con un interesante trabajo acerca de la obra y vida de esta poeta. Gaytán, a veces se acuerda de ella y le reserva un lugar de privilegio junto a las intelectuales femeninas del norte chileno.


Isabel Allende

Famosa y conocida mundialmente, Isabel Allende Llona nació un 2 de agosto de 1942 en Lima, Perú, al surgir a la fama por ser una escritora y dramaturga chilena, siendo considerada como la novelista iberoamericana más popular, por haber vendido sobre 35 millones de copias y su trabajo ha sido traducido a más de 27 idiomas. Su infancia no ha sido muy feliz ya que sus padres se separan cuando la niña contaba con tan solo tres años, retornando su madre a Chile con ella y sus dos hermanos donde vive hasta 1953.
Y es a partir de este año que su familia ha residido sucesivamente en Bolivia y Beirut, frecuentando una escuela estadounidense y en Beirut un colegio privado inglés, y finalmente en 1958 retornando a Chile. Aquí en Chile es donde se reencuentra con Miguel Frías, con quien contrajo matrimonio en 1962. Hija de un diplomático chileno que le inculcó su afición por las letras, Isabel Allende cursó estudios de periodismo. Mientras se iniciaba en la escritura de obras de teatro y cuentos infantiles, trabajó como redactora y columnista en la prensa escrita y la televisión.
En 1960 Isabel Allende entró a formar parte de la sección chilena de la FAO, la organización de las Naciones Unidas que se ocupa de la mejora del nivel de vida de la población mediante un exhaustivo aprovechamiento de las posibilidades de cada zona. En 1962 contrajo matrimonio con Miguel Frías, del que habría de divorciarse en 1987, después de haber tenido dos hijos: Paula -que falleció, víctima de porfiria, en 1992- y Nicolás. En 1973, tras el golpe militar chileno encabezado por el general Pinochet, en el que murió su tío, el presidente Salvador Allende, abandonó su país y se instaló en Caracas, donde inició su producción literaria.
La primera gran novela de Isabel Allende, La casa de los espíritus, próxima al llamado «realismo mágico» fue publicada en 1982. Fueron precisamente el ambiente y los sucesos previos que condujeron al golpe militar los materiales narrativos que dieron forma esta obra, con la que se consagró definitivamente como una de las grandes escritoras hispanoamericanas de todos los tiempos. Recibida como un brillante epígono en la estela del "Boom" iniciado en los años sesenta, y comparada con Cien años de soledad, de  Gabriel García Márquez, esta primera narración extensa de la autora chilena se convirtió de inmediato en un best-seller en numerosos países del subcontinente americano (a pesar de que su publicación había sido rechazada por varias editoriales de Hispanoamérica), en España y en otras naciones de Europa.
Once años después de su primera salida a la calle, el éxito de la historia pergeñada por Isabel Allende recibió un poderoso impulso de proyección internacional merced a la adaptación cinematográfica realizada por el cineasta sueco Bille August (The house of the spirits, 1993), quien contó con la colaboración de la propia autora para elaborar el guión, y con un prestigioso elenco de intérpretes en el que figuraban Meryl Streep, Glenn Close, Jeremy Irons, Winona Ryder, Antonio Banderas y Vanessa Redgrave.
Basada en los recuerdos de infancia y juventud de la propia escritora, La casa de los espíritus narra las peripecias de la saga familiar de los Trueba a lo largo de cuatro generaciones. Isabel Allende rememora y convierte en substancia narrativa las vivencias en la vieja casona familiar habitada por sus abuelos y sus excéntricos tíos, una mansión rodeada por una fecunda atmósfera liberal e intelectual que despertó su feraz imaginación y le inculcó el gusto por la lectura y la narración de historias. Al hilo de las peripecias de las mujeres que componen este núcleo familiar (auténticas protagonistas de la trama), la desbordada fantasía de la autora se va enhebrando con el repaso de los principales acontecimientos políticos de la historia reciente de Chile, hasta situar al lector en los primeros y dramáticos compases de la sangrienta dictadura militar.
Transcurridos dos años desde la publicación de La casa de los espíritus, Isabel Allende volvió a los anaqueles de las librerías con otra espléndida novela que mezclaba de nuevo la enrarecida situación política de su patria (en este caso, los asesinatos de los "desaparecidos" durante la dictadura de Pinochet) con otros materiales literarios procedentes de la poderosa imaginación de la autora (concretados, aquí, en una historia de amor). Se trata de la obra titulada De amor y de sombra, recibida también con grandes elogios por parte de la crítica y los lectores, y considerada como el hito que venía a señalar que el éxito internacional de La casa de los espíritus no había sido fruto de la casualidad.
La historia aquí relatada arranca con el hallazgo, en una explotación minera del norte de Chile, de una tumba clandestina en la que yacen sepultados los restos mortales de numerosos campesinos asesinados por los servicios de seguridad de la dictadura de Augusto Pinochet. La relación amorosa de dos jóvenes sirve de hilo conductor para el seguimiento de los hechos, que al cabo de los meses pone de manifiesto la horrorosa constatación de los crímenes cometidos por los golpistas, delatados por la aparición de otros muchos cementerios clandestinos.
A estas grandes obras les siguieron otras, entre la que destacan Eva Luna (1987), El plan infinito (1991), Paula (1994), Afrodita (1998), Hija de la fortuna (1999), Retrato en sepia (2000) y el libro de memorias Mi país inventado (2003). Sus obras, que ocupan siempre los primeros puestos en las listas de ventas no sólo americanas sino también europeas, han sido traducidas a más de 25 idiomas.


Obra:

• (1982)  La casa de los espíritus
• (1984)  La gorda de porcelana
• (1984)  De amor y de sombra
• (1987)  Eva Luna
• (1989)  Cuentos de Eva Luna
• (1991)  El plan infinito
• (1994)  Paula
• (1997)  Afrodita
• (1999)  Hija de la fortuna
• (2000)  Retrato en sepia
• (2002)  La ciudad de las bestias
• (2003)  Mi país inventado
• (2003)  El Reino del Dragón de Oro
• (2004)  El Bosque de los Pigmeos
• (2005)  El Zorro
• (2006)  Inés del alma mía
Premios:
• (1983)  Mejor Novela del año
• (1983)  Panorama Literario
• (1984)  Autor del año
• (1984)  Libro del año
• (1984)  Grand Prix d'Evasion
• (1985)  Grand Prix de la Radio Television Belge
• (1985)  Mejor Novela
• (1986)  Premio Literario Colima
• (1986)  Quality Paperback Book Club New Voice
• (1986)  Autor del año
• (1987)  XV Premio Internazionale I Migliori Dell'Anno
• (1987)  Premio Mulheres a la Mejor Novela Extranjera
• (1987)  Nominación al Los Angeles Times Book Prize
• (1988)  Library Journal's Best Book
• (1988)  Before Columbus Foundation Award
• (1993)  Premio Literario XLI Bancarella
• (1993)  Independent Foreign Fiction Award
• (1993)  Brandeis University Major Book Collection Award
• (1994)  Feminist of the Year Award, The Feminist; Majority Foundation
• (1996)  Critics' Choice
• (1996)  Books to Remember, American Library Assoc.
• (1996)  Hispanic Heritage Award for Literature
• (1998)  Malaparte Amici di Capri
• (1998)  Donna Citta Di Roma
• (1998)  Dorothy and Lillian Gish Award
• (1998)  Sara Lee Foundation

María Flora Yañez de Echeverría

Santiago, 1898 – 1982. Escritora chilena nacida en Santiago; fue hija de Eliodoro Yáñez, fundador del periódico La Nación de Santiago. Algunas de sus obras las firmó con el seudónimo de Mari Yan. Su narrativa se halla estrechamente vinculada al criollismo y a la defensa de su pueblo; dotada de considerable destreza técnica, profundiza con perspicacia en problemas humanos (principalmente femeninos) y ambientes.

Escribió las novelas

  • El abrazo de la tierra (1933)
  • Mundo en sombra (1935)
  • Espejo sin imagen (1936)
  • Las cenizas (1942)
  • La piedra (1952)
  • ¿Dónde está el trigo y el vino? (1962)
  • El último faro (1968)
  • El peldaño (1974)
Ha dejado también la colección de cuentos titulada Juan Estrella (1954) y los libros de memorias Visiones de infancia (1947) e Historia de mi vida (1980).

Sara Vial

Nacida en el Cerro Alegre, su madre era compositora musical y de ella heredó la poesía; luego, como no le bastaba con dar noticias: hundimientos de barcos, notas sobre partidos políticos, etcétera, inventó una columna en la cual vertía el trasfondo poético de la noticia, o de lo que fuera, y de esa forma inició, su periodismo cultural, que fue ampliando, corrigiendo y cultivando hasta ahora, pues es el que realmente le interesa.
"Y el que más abarca también, porque cultura es una palabra muy porosa, muy grande, muy necesaria. Valparaíso era como el patio de mi casa, ser corresponsal trece años de La Nación (desde 1961) fue sólo navegar en un barco tierra adentro, luego vinieron otros diarios, revistas, la radio; pero la poesía había sobrevivido, más aún se había aliado con la prosa.

Obra: 
  • La ciudad indecible (con prólogo de Pablo Neruda, 1958);
  • Un modo de cantar (con prólogo de Juvencio Valle, 1962);
  • Viaje en la arena (Losada, 1970);
  • En la orilla del vuelo (con prólogo de María Luisa Bombal, 1973);
  • Poemas y grabados (con prólogo de Pablo Neruda, 1970);
  • Al oído del viento (Universidad Católica de Valparaíso, 1977);
  • Mi patria tiene forma de esperanza (1980);
  • Sonetos de espuma y queltehues (Premio Juegos florales Gabriela Mistral, 1981);
  • Neruda en Valparaíso (ediciones Universidad Católica, 1983);
  • La abeja de fuego (Conversaciones con María Luisa Bombal, 1986);
  • Las crónicas de Lukas (selección y prólogo de Sara Vial, 2001);
  • Valparaíso el violín de la memoria (DIBAM, 2001);
  • Memorial del Valparaíso regional (Breviarios 1993-2006);
  • El hierro deshojado (Premio Pedro Oña, Santiago de Chile; inédito)
  • El cielo en el espejo (poemas, libro inédito).

 

Soneto en tinta verde al Bar Inglés

Aquí con este Luis inesperado
y con Alvaro, en fin, siempre seguro
y con Carlos Lastarria, airoso y puro,
estoy Valparaíso a tu cuidado.
A tu cuidado, sí, y Alfonso ausente
pero nos llegará, desenfrenado,
después de tanto diario almacenado
en su fugaz destino hacia la gente.
Valparaíso, te reconocemos
nostalgia y vendaval aquí encerrado
mientras guitarra Luis trae a mi canto.
Y somos los que somos y seremos
y la noche es vivir lo que se ha dado
en amistad, fraternidad y encanto.



Mercedes Valenzuela Álvarez

Más conocida como Mercedes Valdivieso (Valdivieso era el apellido de su esposo que ella usaba a manera de seudónimo) fue una escritora chilena, nacida el 1 de marzo de 1924 en Santiago de Chile. Cursó sus estudios secundarios en el emblemático Liceo Nº1 "Javiera Carrera" de Santiago. En el año 1961 escribió La Brecha, considerada la primera novela feminista de Latinoamérica, la cual tuvo 5 ediciones en poco más de un año. En La brecha, Mercedes Valdivieso escribe acerca de una mujer inserta en un sistema económico y social que la condena a bajar la cabeza, pero que logra la libertad y sigue creyendo en la vida y en el amor.
En 1991, Mercedes Valdivieso participa en la irrupción del subgénero Nueva Novela Histórica (NNH) con la novela Maldita yo entre las Mujeres. Esta novela, ambientada en la Colonia, tiene como protagonista a Catalina de los Ríos y Lisperguer, más conocida como la Quintrala y es el resultado de años de acucioso trabajo de investigación y lectura. En Maldita yo entre las Mujeres rompe el mito de la Quintrala como heroína maldita, impugna el valor peyorativo concedido al personaje y reivindica el mestizaje, el componente mapuche y el cuerpo materno como bases de identidad.
Otras novelas de Mercedes Valdivieso fueron: La tierra que les dí, Los ojos de bambú y Las noches y un día. También fundó y dirigió la revista Adán, publicada por la editorial Zig-Zag en Chile y el periódico feminista Breakthrough en Houston, Texas, Estados Unidos, el cual recibió su nombre en honor a La Brecha. Fue colaboradora literaria de la revista Mensaje en Chile y estuvo a cargo de la sección literaria del periódico El Sol de México en 1976.
Fue profesora de Lengua y Literatura Latinoamericana en la Universidad de Pekín, China. Obtuvo un Master en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Houston, Texas, Estados Unidos, y continuó su actividad académica como docente en la Universidad de Houston, en la Universidad Santo Tomás, y en Rice University donde fue distinguida con el honroso título de Profesora Eméritus.
En forma paralela a su carrera literaria y académica, participó activamente en congresos, conferencias, y encuentros relacionados con literatura femenina. En 1983 Mercedes Valdivieso dirigió el primer taller de escritura femenina en el antiguo Círculo de Estudios de la Mujer, en el que participaron muchas intelectuales reconocidas, tales como Diamela Eltit, Adriana Valdés, Eugenia Brito y Nelly Richard.
Falleció el 3 de agosto de 1993 en su casa de Máximo Bach en Ñuñoa, Santiago de Chile.

La Brecha (Santiago de Chile: Editorial Zig-Zag, 1961)
• La tierra que les dí (Santiago de Chile: Editorial Zig-Zag, 1963)
• Los ojos de bambú (Santiago de Chile: Editorial Zig-Zag, 1964)
• Babel (1964), en Antología del cuento realista chileno
• Dziesiec Palców (1968)
• Las noches y un día (Barcelona: Seix Barral, 1971)
• La brecha, reeditada en USA (Pittsburgh: Latin-American Literary Review Press, 1987)
• Breakthrough. Traducida por Graciela S. Daichman (1988)
• La brecha, reeditada en Chile (1991)
• Maldita yo entre las mujeres (Santiago de Chile: Planeta Chilena, 1991)


 

Pepita Turina

Josefa Alvina Turina Turina conocida como Pepita Turina, nació en Punta Arenas, Chile, el 1 de marzo de 1907. Puso fin trágicamente a su vida el día de su cumpleaños, en Santiago de Chile, el 1 de marzo de 1986.Sus cenizas fueron esparcidas el 21 de noviembre de 1990 en el Estrecho de Magallanes, como era su voluntad en declaración jurada el 7 de septiembre de 1967 en la Notaría de Horacio Soissa R. Ceremonia realizada por la Armada de Chile en la patrullera Ona.
Asistieron solamente ocho personas entre ellos los escritores Eugenio Mimica Barassi y Martín Cerda.Su fecha de nacimiento, que ella nunca dio a conocer, usando una frase que no clarificaba nada, “nací en Punta Arenas, en el primer cuarto de este siglo”. No lo consignó en ninguno de sus libros, y en las bibliografías sobre su vida los autores han dado las siguientes fechas 1902, 1903, 1909, 1912, 1913, 1915.
Casi todos los expertos se han basado en las ediciones del Diccionario de la literatura chilena, de don Efraín Szmulewicz, que da equivocadamente el año 1909. En la única obra que se consigno la fecha correcta es en “Olografías” libro para leer y contar, escrito por Oreste Plath. Con partida en mano de nacimiento y defunción.Algunos periodistas la dan por nacida en Valdivia. Ello no es verdad, arribó de cinco años (1912) a esa ciudad por traslados de sus padres, y vivió hasta el año 1936, y por su matrimonio se trasladó a vivir a Santiago.Hija de padres yugoslavos (precisamente croatas) Juan (Iván )Turina Baretic (Krizisce, 1864- Valdivia el 22/4/1926) e Isabel (Elizabeta) Turina Gudac (Turinovo selo (pueblo de Turina en castellano), 1868-Valdivia 10/3/1939).
Hay dos versiones, uno dicen que eran primos lejanos y otra que no eran parientes entre sí, pero en el pueblo, habían tres familias que llevaban ese apellido. En todo caso los dos pueblos están como a diez minutos caminando. Sus padres llegaron a Chile ya casados en Yugoslavia, pero por problemas de papeles, se volvieron a casar en Magallanes (Punta Arenas) el 24 de junio de 1901.Son los primeros Turina que llegaron a Punta Arenas, Chile en 1892, y ellos, posteriormente trajeron a esta ciudad, a parte de los hermanos de su madre Isabel Turina Gudac. Su padre vino a Magallanes, en busca de oro, como decían en otras tierras que allí se encontraba.
En Punta Arenas no encontró oro, pero como era un trabajador excepcionalmente capaz para cualquier manualidad, sin haber hechos estudios especiales se dedicó a constructor. Era el tiempo en que en Punta Arenas se poblaba en forma intensa y faltaban viviendas, él construyó casas. Después instaló una de las más grandes carpinterías de Punta Arenas y uno de los mejores salones de patinar.
La familia se compuso de 12 hijos: 3 hombres y 9 mujeres, de mayor a menor: Ramona (nacida en Yugoslavia (croata), Ana (nacida en Argentina). Los siguientes nacieron en Punta Arenas: María Rodolfo, Pierina (Petra), Catalina, Antonieta, Magdalena, Jacinto Juan, Alfonso Gregorio, Isabel Antonieta, siendo la menor Josefa Alvina. Ya establecidos en Valdivia, luego de haber vivido 20 años en el sur de Chile, los persiguió al comienzo la mala suerte instalando diversas clases de negocios, Por último, en 1919, firme y perseverante en el trabajó, instaló la fábrica de biselados, espejos y marcos "La Nacional". Su industria prosperó porque era la única de su especie en Valdivia.
Pepita Turina, se educó en el Liceo Fiscal de Valdivia hasta quinto año de Humanidades (1922) y estudió piano en el Conservatorio de Música de Valdivia, hasta el año 1927. Las alumnas más destacadas del maestro Francisco Cordero Carrera, entre ellas Pepita Turina, hicieron presentaciones en el Teatro Olympia y Edén de Valdivia, teniendo buena crítica en los diarios, después no continuó, porque tenía que venir a Santiago, a los cursos más avanzados. Publicó sus primeros trabajos literarios en el diario “El Correo de Valdivia” en el año 1931. Se le conocen dos seudónimos uno por un cuento que envió a la revista Zig-Zag el año 1926 y firmó Incógnita (y que no fue publicado) y Spleen en el Concurso Floral de las Fiestas Primaverales, Valdivia noviembre 1935, el cual fue premiado.
Aunque de ella algunas veces se dijo que había escrito poemas y ella lo negaba, se han encontrado cuatro poemas publicados: "Tono altivo" (se desconoce medio c.1935), "De los poemas sin nombre" Revista Primavera, Valdivia, 1935), "La soltera hacendosa" (diario El Heraldo de Ñuñoa 8/5/1937, p. 6) y Letanía de duda (antes al parecer se público en el diario El Correo de Valdivia c. 1935 y Diario El Heraldo de Ñuñoa 25/9/1937 p. 5), y 3 poemas sin publicar "Abre la puerta", "La llamada" y "No sé por qué".Fue una de las fundadoras “Círculo de Difusión Cultural de Valdivia”, creado en 1935, a raíz de la publicación de su primera novela "Un drama de almas". El año 1936 fue secretaria de esta institución, siendo su presidente don Alvaro Bombal Murúa.
En esta entidad tuvo diferentes participaciones, desde conferencias, hasta tocar piano. También participa en estas actividades con quién sería su futuro marido Miguel Gómez Herrera. Don Miguel recito junto a ella en el Centro de Difusión Cultural y también escribió para el Diario el Correo de Valdivia entre el año 1934 y 1935 y estando en Santiago escribieron ambos para el Diario El Heraldo de Ñuñoa y El Heraldo de Providencia, dirigido ambos por Francisco Javier Díaz.
El “Círculo de Difusión Cultural de Valdivia" desarrolló una intensa labor cultural, ideo La Semana del Arte, en la cuál se encontraba "El Primer Salón de Bellas Artes" (1936), al cual concurrieron las más destacadas firmas de la plástica chilena: Julio Ortíz de Zárate, Samuel Román, José Caracci, Arturo Valenzuela, Marco Bontá, Lorenzo Domínguez.En 1936, se casó en la ciudad de Valdivia con el poeta Miguel Gómez Herrera (Santa Cruz de Colchagua 1897- Santiago de Chile 1939), del cual enviudó, sin hijos.La escritora Pepita Turina y Oreste Plath, se conocieron el año 1939 en Santiago, cuando ambos eran casados. Antes de casarse coincidieron sus trabajos en las revistas Diplomacia y gran mundo y Zig-Zag y el diario La Opinión de Santiago.
El 2 de Febrero de 1945, circunscripción Moneda a las 16. 30 hrs., en Santiago de Chile, contrajo matrimonio con el escritor, folklorólogo e investigador Oreste Plath (César Octavio Müller Leiva, nació en Santiago 13 de agosto de 1907, falleció en Santiago 24 julio de 1996), de esta unión nacieron el 28 de marzo de 1946 la pareja de mellizos Karen Plath Müller Turina (hija) y Carol Plath Müller Turina (hijo). En sus hijos no quiso perder el Plath, seudónimo de su esposo escritor, y se los puso por segundo nombre.
En 1952, encuentran en su cerebro un tumor que afectaría para siempre su vida. Al extirparlo, sufre una parálisis total del lado derecho de la cara. Al respecto ella misma explica las consecuencias que tendría en su vida, en el libro Pepita o la vida que nos duele: "De la operación al cerebro me costó reponerme no solo físicamente. Quede rasurada al cero, con sordera total del oído derecho y parálisis permanente, al comienzo dificultades para hablar. Un desmoronamiento. No ser lo que hubiera podido acrecentar. Se esfumaron mis posibilidades de conferenciante y mis condiciones de actuar".
Además añade en otro de sus libros (quién es quién) por qué dejó de ser una persona alegre: "Como al reír, desde entonces solo podía hacerlo con la boca torciéndose hacía un lado, en un gesto horrible, deje de reír para siempre. Nunca un defecto físico pudo favorecer mejor un estado de ánimo. Al acostumbrarme a no reír jamás, realicé externamente mi verdad más íntima".Es imposible no justificar su negatividad y no comprenderla. Su hijo Carol, le dio dos nietos Katrina Müller Botti (18 marzo 1972) enóloga y Sacha Müller Botti (18 de mayo 1976) médico, a los cuales adoraba, y no tuvo la dicha de verlos adultos.

María Silva Ossa

Nació en San Fernando en 1918 y su infancia transcurrió en el hogar de su abuela paterna en San Bernardo. Allí, pasó sus tardes escuchando cuentos e historias fantásticas, en especial las de su abuelo José Santos Ossa, famoso explorador y descubridor del salitre.
María Silva Ossa concentró gran parte de su escritura en la elaboración de cuentos infantiles. Muchos de ellos fueron incluidos en la revista Mampato y otros fueron antologados. Incluso, uno de ellos, “El descontento”, fue seleccionado por la editora Primor de Brasil para ser integrado en la Antología para niños de todo el mundo. Además, junto a Alicia Morel y Marcela Paz, dirigió el “Mini-diario”, página de La Nación. Dentro del medio literario, formó parte de la Sociedad de Escritores de Chile, del Pen Club y del Grupo Fuego de Poesía. Este último, fundado por su esposo, Carlos René Correa, y José Miguel Vicuña, reunió a muchos otros poetas, como Juvencio Valle, Eliana Navarro, Julio Arriagada y Francisca Ossandón, entre otros.
En el ámbito de la poesía, su libro Raíz fue muy elogiado por la crítica. En 1998, dio a conocer otra obra en conjunto la que, constituida como un canto de amor entre ella y su esposo, tituló Poemas para Carlos René Correa

 

 

Violeta Quevedo

Rita Salas Subercaseaux nació en Viña del Mar en 1882. Tercera hija de una familia de cuatro hermanos, no tuvo educación formal y sólo aprendió a leer y escribir gracias a la  intervención de parientes mayores. A temprana edad su padre, José Agustín Salas Errázuriz, murió trágicamente (se degolló a si mismo), por otra parte su madre se declaró enferma a los veinticinco años. Estos sucesos fueron determinantes en la soledad existencial que Rita  manifestó durante su vida de mujer soltera en la redacción de sus libros, en la constante búsqueda de compañía en su hermana menor, Clara, y en una religiosidad omnipresente.
Su vida transcurrió entre viajes interoceánicos o de veraneo, y la búsqueda permanente de un lugar donde vivir entre sus parientes y amigos.
Algunos la definen como ejemplo de una literatura Naif y otros como una singular expresión literaria de espiritualidad.
Poseedora de un lenguaje de una sensibilidad femenina y observadora, tímida e idealizante, como queda de manifiesto en la dicotomía con la que la propia autora explica la elección de su seudónimo: Soy Violeta como la flor que oculta su cabeza entre la yerba, y soy Quevedo por lo que veo.
Rita Salas o Violeta Quevedo murió en Santiago en 1965.



23.08.2011 23:11

Chela Reyes

María Zulema Reyes Valledor (n. en Santiago de Chile en 1904 y fallecida en 1988) fue una escritora y poetisa chilena, conocida por su pseudónimo Chela Reyes.
A los 8 años comienza a escribir sus primeros versos. A la edad de 22 años se publica su primera obra, el poemario Inquietud.
Fue una de las fundadoras del PEN Club de Chile. Estuvo casada con el también escritor Luis Meléndez Ortíz.


• Inquietud (1926)
• Poesías (1928)
• Época del alma (1937)
• Ola nocturna (1945)
• Elegías (1962)
• Bosque sonoro (1952)
• La extranjera (1953)
• Las cadenas secretas (1974)
• Puertas verdes y caminos blancos (1939)
• Tía Eulalia (1951).
• La llama inmóvil (1926)
• Andacollo (1930)
• Historia de una negrita blanca (1950)
• La pequeña historia de un pececito rojo (1970)
• La paloma paseadora (1974)
• A la ronda, ronda, del agua redonda (1977).

Violeta Parra

1917 El 4 de octubre nace, en San Fabián de Alico, al interior de San Carlos, en la provincia de Ñuble, en el sur de Chile, Violeta del Carmen Parra Sandoval, hija de Clarisa Sandoval, campesina, y de Nicanor Parra, profesor de música. Su infancia transcurre en el campo.
1919 Este año la familia se radicará en Santiago, viven en la esquina de las calles Manuel Rodríguez y San Pablo.
1921La familia se traslada al sur, a Lautaro, en la novena región, donde Nicanor Parra padre consiguió trabajo como profesor en el regimiento de esa localidad. En el viaje contrae viruela, enfermedad que relata en sus décimas autobiográficas.
1927 La familia se traslada a Chillán y viven en la población Villa Alegre, es durante este período en que se inicia en la guitarra y el canto, junto a sus hermanos Hilda, Eduardo y Roberto. Se relacionó con parientes que pertenencia al mundo del circo y con las Aguilera, parientes lejanas que vivían en Malloa y de quienes aprenderá canciones que años más tarde pasarán a ser parte de su repertorio folklórico.
1932 Por insistencia de su hermano Nicanor, se traslada a Santiago para asistir a le Escuela Normal, donde vive con parientes. Posteriormente, se traslada con su madre y hermanos a la calles Edison, comuna de Quinta Normal.
1934 Los Parra cantan en boliches del barrio Mapocho, en “El Tordo Azul” y en “El Popular”. Interpretan boleros, rancheras, corridos mejicanos y otros estilos. Conoce a Luís Cereceda, maquinista ferroviario.
1938 Se casa con Luís Cereceda con quien tendrá dos hijos. Viven en Llay-Llay, Quinta Región. Violeta aprende a interpretar canciones de origen español, del repertorio de Lolita Torres e Imperio Argentina, cantantes argentinas. Vive en la comunidad con sus hermanos y esposas en la calle Paula Jaraquemada, hoy comuna de la Reina. Canta en el restaurante “No Me Olvides”, de ese sector. Gana una Mención Honrosa en un concurso de poesía.
1943 Se traslada a Valparaíso. Nace su hijo Ángel. Vive en Avenida Matta 249, en el cerro Los Placeres.Canta canciones españolas. Se une a una compañía de teatro que realiza giras por todo el país. Se hace llamar Violeta de Mayo.
1944 Vive en la calle Andes 3756, comuna de Quinta Normal. Junto a su marido, Luis Cereceda, militante del Partido Comunista, se dedica a la actividad política y trabaja en la campaña presidencial de Gabriel González Videla. Gana un concurso de canto español en el Teatro Baquedano.
1945 Después de un año en Valparaíso regresa a Santiago. Canta, con sus hijos Isabel y Ángel, en un espectáculo español, en la confitería Casanova, en Santiago, a cuyo empresario llamaban “Buddy Day”.
1948 Se separa de Luis Cereceda. Canta con su hermana Hilda, junto a quien realiza algunas grabaciones en el sello RCA VICTOR. Se hacen llamar “Las Hermanas Parra”. Vive en la calle Melipilla 1440, en Santiago Poniente, y después en la calle Catedral, en el barrio Brasil, centro de Santiago.
Conoce a Luis Arce y contrae un segundo matrimonio.
1949 Canta con su hermana Hilda en la Hostería Las Brisas, en el paradero 22 de Gran Avenida, sector donde entonces vive. Nace su hija Carmen Luisa. 1952 Trabaja en circos populares. Con Hilda y sus hijos realizan giras por el país y por los alrededores de Santiago. Impulsada por su hermano Nicanor, comienza a rescatar, recopilar e investigar la auténtica música folklórica chilena. Abandona su antiguo repertorio y, con esto, nace la verdadera Violeta Parra.
Ofrece recitales en las universidades, presentada por el hombre de letras Enrique Bello Cruz, fundador de revistas y publicaciones culturales. Es invitada a las “Escuelas de Verano” de la Universidad de Concepción y a dictar cursos de folklore en la Universidad de Iquique. Se presenta en Valparaíso en el Instituto Chileno-Francés.
Compra un pequeño terreno y construye una vivienda ligera en el sector Los Manzanares de San Carlos, hoy La Reina, barrio distante del centro de Santiago. Nace su hija Rosita Clara.
1953 Graba dos singles para el sello EMI-Odeón, el primero incluye: “Que pena siente el alma” y “Verso por el fin del mundo” y el segundo: “Casamiento de negros” y “Verso por padecimiento”. Estas canciones la ubican en el primer plano de la popularidad.
Conoce a don Isaías Angulo, inquilino del fundo El Porvenir, guitarronero que le enseña la ejecución del instrumento y además le obsequia su primer guitarrón, una guitarra original chilena de 25 cuerdas con que se acompañan los cantos a lo divino y a lo humano. Conoce a cantantes campesinos en los alrededores de Santiago, comuna de Barrancas, entre otras. Su hermano Nicanor y su hijo Ángel la acompañan en estos encuentros musicales.
Inicia su plan de investigación folklórica por todo el país. Se relaciona con cantores populares de la costa, la cordillera y de Isla de Pascua. Compone sus primeras canciones basadas en las formas folklóricas tradicionales.
Pablo Neruda la presenta a sus amistades en su casa y le escribe el poema “Elegía Para Cantar”.
1954 Entre enero y septiembre conducirá para Radio Chilena, “Canta Violeta Parra”, un programa radial ideado por ella que obtendría excelente crítica. Generalmente se grababa en exteriores, en lugares donde se practicaba la música folklórica, como por ejemplo, el restaurante de su madre, Clarisa Sandoval, ubicado en Barrancas. Fue contratada por Raúl Aicardi, director de Radio y Comunicaciones y era anunciada por el locutor Ricardo García, quién tras el golpe de estado fundaría el Sello Alerce. A fines de ese año continua su labor de difusión a través de la radio contratada por radio Agricultura para reemplazar a Margot Loyola en su programa dedicado al folklore. Cabe decir que estos programas la sitúan en el primer lugar de sintonía nacional.
1955 El 28 Junio obtiene el “Premio Caupolicán”, otorgado a “La Mejor Folklorista del Año” por la Asociación de Cronistas de Espectáculos, en reconocimiento por las grabaciones de “Que pena siente el alma” y “Casamiento de negros”, su labor como locutora y difusora del folklore nacional. Es invitada al V “Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes”, en Varsovia, Polonia, parte a Europa el 3 de Julio y, tras una escala en Buenos Aires, llega a Varsovia el 31 de Julio. Se traslada a París, Francia. Se presenta en “L´Escale”, boite de nuit del Barrio Latino.
En Santiago muere su hija Rosita Clara. Mantiene contactos con artistas e intelectuales europeos. Mediante la intervención del antropólogo Paul Rivet graba en la Fonoteca Nacional del “Musée de l’Homme” de La Sorbonne en París, donde dejó un guitarrón y cintas de sus recopilaciones de folklore chileno.
Viaja a Londres a realizar grabaciones para EMI-Odeón y para emisiones radiales de la BBC. 1956  De vuelta en París, el 26 de marzo, graba 16 temas para el sello francés “Chant du Monde”, que lanza sus dos primeros EP con 8 temas cada uno. En noviembre se embarca en Italia para regresar a Chile. Graba el primer LP de la serie “El folklore de Chile” para el sello EMI Odeón: “Violeta Parra y su guitarra” donde incluye tres composiciones de su autoría.
En EEUU, el músico norteamericano Lex Baxter, graba una versión instrumental de su “Casamiento de negros”.
1957 En noviembre se traslada con sus hijos Carmen Luisa y Ángel a Concepción, en el sur de Chile, contratada por la Universidad de Concepción. Realiza investigaciones folklóricas en la zona descubriendo las cuecas del sector, las que serán siempre sus favoritas. Graba nuevos discos por EMI Odeón, los LP “La cueca” y “La tonada”, con carátulas de los pintores chilenos Julio Escámez y Nemesio Antúnez, respectivamente. Graba el EP “Composiciones de Violeta Parra” donde se incluyen dos Anticuecas. Compone “Los manteles de Nemesio”, homenaje al pintor Nemesio Antúnez, basado en uno de sus cuadros.
Su labor como compositora para guitarra se encuentra en su apogeo, es durante esta época en que compone las “Anticuecas”, “Tres Palabras” y temas similares que grabará en un disco de 45 rpm para EMI-Odeón.
Por esta época planea un ballet folklórico que llevaría como título y tema central “El Gavilán”, lamentablemente esta idea no pasó de ser un proyecto.
Realiza programas radiales y lecturas de sus décimas y centésimas en Concepción.
1958 El 22 de enero funda en Concepción el Museo Nacional del Arte Folklórico Chileno, dependiente de la Universidad de Concepción.
Regresa a Santiago. Incursiona en la cerámica, comienza a pintar y a bordar arpilleras.
Construye su “Casa de Palos”, en la calle Segovia, en la comuna de La Reina y ofrece recitales en los centros culturales más importantes de Santiago.Viaja al norte a investigar y grabar la fiesta pagano-religiosa de “La Tirana”.
Participa en el Segundo Encuentro de Escritores de Concepción.
Compone música para el poema ” Los Burgueses” del poeta Gonzalo Rojas .
Desde ese 18 de septiembre en adelante celebra la fiesta nacional con una ramada donde canta y baila cueca.
Escribe las “Décimas autobiográficas”, obra que narra en versos su vida desde su infancia hasta su viaje a Europa.
Acompaña las primeras grabaciones de su hija Isabel, quien interpreta canciones originales de Violeta. 1959 Viaja con ella al norte de chile, esta vez invitada por una universidad a realizar cursos de folklore. También viaja a recopilar el folklore de la isla de Chiloé, en el sur, donde organiza recitales, cursos de folklore, cerámica y pintura; además ejercerá una notable influencia en Héctor Pavéz y Gabriela Pizarro, quienes se convertirán en grandes interpretes e investigadores por derecho propio.
El producto de esta colaboración se hace patente en la obra “La Celebración de la Minga” , espectáculo montado en el Teatro Municipal de Santiago.
Escribe el libro “Cantos Foklóricos Chilenos”, que reúne toda la investigación llevada a cabo hasta el momento, con fotografías de Sergio Larraín y partituras musicales realizadas por Gastón Soublette (Santiago, Nascimento, 1979).
Compone la música para los documentales “Mimbre” y “La Trilla”. Participa en el film homónimo “Casamiento de negros”, realizados por Sergio Bravo. Interviene, además, en el documental de la fiesta del norte de Chile, “La Tirana”, realizado por Nieves Yankovic y Jorge di Lauro, para el cual compone música.
Producto de una severa hepatitis que la forzó a permanecer en cama, su labor como arpillerista y pintora alcanza gran desarrollo, tanto así que ese mismo año expone su óleos y arpilleras en la Primera Feria de Artes Plásticas al aire libre del Parque Forestal. EMI Odeón edita el LP “Toda Violeta Parra”, con fotografías de Fernando Krahn y notas sobre las canciones escritas por Gastón Soublette. Cabe hacer notar que este LP está compuesto exclusivamente de composiciones de Violeta Parra.
1960 Su hermano, el antipoeta Nicanor Parra, graba, acompañada por la guitarra de su hermana que interpreta su composición “Tres Palabras”, el poema “Defensa de Violeta Parra”. Durante una enfermedad que la obliga a permanecer en cama se inicia en el bordado de las arpilleras, como la que dedica al poeta y diplomático brasileño Thiago di Mello.
El 4 de Octubre, el mismo día de su cumpleaños, conoce a Gilbert Favre, músico de origen suizo.
Participa en la Segunda Feria de Artes Plásticas del Parque Forestal, desde el 3 al 11 de diciembre de 1960.
1961 Viaja a argentina; vive en ciudad General Picó ubicada en La Pampa, en casa de la familia de don Joaquin Blaya, gobernador de esa ciudad.
Canta en la peña El Alero. Imparte cursos de folklore, cerámica, pintura y arpilleras. Viaja a Buenos Aires. Allí expone sus pinturas, actúa para la televisión argentina, ofrece recitales en el Teatro I.F.T y graba un LP de canciones originales para EMI Odeón que fue prohibido y no circuló. 1962 En junio se reúne en Buenos Aires con sus hijos Isabel y Ángel, y con su nieta Tita. Se embarcan, junto a la delegación chilena, rumbo a Finlandia para participar en el VIII “Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes” realizado en Helsinki.
Después de recorrer la Unión Soviética, Alemania, Italia y Francia, Violeta Parra se radica en París. Canta en La Candelaria, en L´Escale, ubicados en el Barrio Latino, y también ofrece recitales en el “Théâtre Des Nations” de la UNESCO. Además, actúa en radio y televisión junto a sus hijos. Violeta vive en la “Rue Monsieur Le Prince”. Borda arpilleras y hace esculturas en alambre. Quiere exponer la totalidad de su numerosa obra plástica en el Museo del Louvre. Vive con Gilbert Favre en Ginebra y comparte su tiempo entre Francia y Suiza.
Con sus hijos y nieta, realiza conciertos en Ginebra, programas en televisión, exposiciones de su obra plástica. Continúa creando nuevas canciones, pinturas y arpilleras. 1963 Graba en París composiciones revolucionarias y campesinas que serán editadas en 1971 bajo el título “Canciones Reencontradas en París” Escribe el libro “Poesía popular de Los Andes”. Los Parra actúan en la fiesta del diario “l´Humanité” del Partido Comunista francés. Un amigo músico argentino registra en su casa la versión de “El Gavilán”, que interpreta Violeta Parra acompañada por su nieta en la percusión.Violeta acompaña a sus hijos en el LP Los Parra de Chillán, registrado por el sello Barclay.
Comienza a tocar el cuatro, instrumento de origen venezolano, y el charango, instrumento del altiplano.
1964 En abril expone las arpilleras, óleos y esculturas en alambre en el Museo de Artes Decorativas del Palacio del Louvre. Es la primera exposición individual de un artista hispanoamericano en dicho museo. Regresa a Chile por un corto período.
1965 La editorial François Maspero, de París, publica su libro “Poésie Populaire des Andes”. Viaja a Ginebra. La televisión Suiza filma un documental que muestra a la artista y toda su obra. Se titula: “Violeta Parra, Bordadora Chilena”.
Retorna a Chile en junio. Canta con sus hijos en la Peña de Los Parra ubicada en el número 340 de la calle Carmen, Santiago. Es invitada a la Feria Internacional de Santiago (FISA), donde instala una peña folklórica.
Graba dos discos de 45 rpm, uno junto a su hija Isabel y otro con música instrumental para cuatro y quena con Gilbert Favre, a quien bautiza como “El Tocador Afuerino”. Incorpora definitivamente a su música el cuatro venezolano y el charango del norte altiplánico.
El sello EMI Odeón edita el LP “Recordando a Chile (Una chilena en París)”, cuya portada fue ilustrada con sus propias arpilleras.
En septiembre de este año firma contrato con Radio Minería, la cual sería la última emisora que utilizará como plataforma de su labor.
Participa en numerosos programas para la televisión nacional de Chile.
En La Reina, en el número 7200 de la calle La Cañada, un sector alejado del centro de Santiago, instala en un centro cultural que llevará por nombre “La Carpa de la Reina” y que será inaugurada el 17 de diciembre de 1965.
1966 El sello EMI Odeón edita el LP “La Carpa de La Reina” donde se incluyen tres canciones interpretadas por Violeta Parra y nueve interpretadas por artistas que Violeta presentaba en la carpa.
Viaja a La Paz, Bolivia, para reunirse con Gilbert Favre. Allá, se presenta regularmente en
La Peña Naira.
Vuelv
e a Chile con grupos del altiplano, presentándolos en su carpa, en televisión y en la Peña de sus hijos. Da conciertos en diferentes teatros del extremo sur de Chile, en Osorno y Punta Arenas, invitada por René Largo Farías, en el marco del programa “Chile Ríe y Canta”.
Acompañada por sus hijos y el uruguayo Alberto Zapicán, graba para el sello RCA VICTOR el LP “Las Ultimas Composiciones de Violeta Parra”.
1967 El 5 de febrero muere en su carpa de La Reina. Con posterioridad a su muerte se suceden actos recordatorios de homenaje a su figura y su obra artística en Chile, así como en distintos países de América Latina y Europa. Conciertos musicales y actos artísticos, exposiciones de sus arpilleras y pinturas, obras de teatro, veladas poéticas, recuperación de su obra visual, discografía, fotos y otros, son organizados en su honor. Se rinden homenajes en su memoria en diversas universidades de Chile y el extranjero. Se realizan en el mundo entero diversas actividades intelectuales en torno a su figura creadora: publicaciones de libros, estudios, ensayos, tesis doctorales, seminarios, debates, mesas redondas.
1992 Por iniciativa de sus hijos se crea en Santiago de Chile La Fundación Violeta Parra, que se ha propuesto reagrupar, ordenar y difundir la obra de su madre, que aún permanece inédita, para que pueda ser entregada a las nuevas generaciones en su totalidad.
1997 Se exponen nuevamente su obra visual en el Museo de Artes Decorativas del Museo del Louvre, París. Con la participación de la Fundación Violeta Parra y la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
2007 Coincidiendo con el aniversario de los 90 años de Violeta Parra, se inaugura una exposición de su obra visual, en el Centro Cultural Palacio
La Moneda.
Publicación Libro
de Arte: Obra visual de Violeta Parra, que recopila la totalidad de su obra plástica.

Décimas

Pero, pensándolo bien,
y haciendo juicio a mi hermano,
tomé la pluma en la mano
y fui llenando el papel.
Luego vine a comprender
que la escritura da calma
a los tormentos del alma,
y en la mía que hay sobrantes;
hoy cantaré lo bastante
pa’ dar el grito de alarma.
Empezaré del comienzo
sin perder ningún detalle,
espero que no me falle
lo que contarles yo pienso;
a lo mejor no convenzo
con mi pobr’ inspiración
escas’ ando de razón,
mi seso está ‘polilla’o,
mi pensamiento nubla’o
con tanta preocupación.
Recularé algunos años
y de lugar mudaré,
así les resaltaré
sin “coilas” y sin engaños;
que se descarguen los daños
en la pobre relatora,
por no valerle hast’ahora
haberse amarra’o a Chile.
Si el canto no le da miles,
válgame Dios, la cantora.
Primero, pido licencia
pa’ “transportar” la guitarra;
después, digo que fue Parra
quien me donó l’existencia.
Si me falta l’elocuencia
para tejer el relato,
me pongo a pensar un rato
afirmando el “tuntuneo”,
a ver si así deletreo
con claridez mi relato.
Tenga calma la compaña
ya viene la despedí’a;
la poca sabiduría
mis ocurrencias empaña.
Siempre la suerte m’engaña
por mucha ilusión que tenga;
que la fuerza me sostenga
si el sacrificio es en vano,
y no me condene, hermano:
no hay mal que por bien no venga

Me Beberé tus lágrimas
Mi corazón está gimiendo apenas,
quiere salir volando de su cuenca,
con los ojos abiertos como puertas
miro hacia ti, corriente de mis venas.
Hoy se cumplen tres meses y no hay vuelta
y no habrá en mucho tiempo aunque se pueda,
porque no sé dónde el camino empieza
ni adónde me conducen las veredas.

Me beberé tus lágrimas secretas,
arrancadas de tu alma callejera,
las juntaré en un cántaro que hiciera
con los nueve deditos que me quedan,
cantores y escribanos de las décimas
del canto a lo divino y a lo poeta
nueve dedos que rigen la simpleza
que ha de tener mi próxima arpillera,
nueve dedos pintores, nueve yemas,
nueve soldados rasos en las cuerdas
de una guitarra bruja de anticuecas
o de un lienzo estirado en la madera
de una cosa que sale y que revienta
y que me pone el pecho como greda.

No me digas que no hay una escalera
para subir al borde te tu pena, *
no me digas tampoco que no hay leña
para abrigar el cuerpo de la enferma
que muy lejos de ti llora y se queja
porque no sabe qué hacer la tonta lesa.
Con tanto revoltijo en la cabeza,
con tanta pericona y tanta cueca,
no digas que te vienes si te quedas
más allá de la luz y de las piedras,
más allá de la augusta cordillera
que a nuestro amor le aplica las fronteras.

¿Te imaginas el día que te vea?
van a brillar mejor las ampolletas
y en la profundidad de los silencios
vamos a sepultar toda conversa.
Me duele el frío de la patria entera
y el solazo del norte me destiempla,
por eso quiero enredarme en la madeja,
con la esperanza de encontrar la hebra;
yo me inclino sumisa en tu tibieza
porque te he sumegido en una ausencia
más agria que la leche descompuesta,
más honda que una noche sin estrellas.